Alma Delia Zamorano Rojas
Alma Delia Zamorano es docente e investigadora social interesada en la relación entre comunicación, cultura digital y justicia social.
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad se nos invita a detenernos un momento y pensar en cómo seguimos construyendo fronteras invisibles. En el mundo, más de 1,300 millones de personas viven con alguna discapacidad, aproximadamente una de cada seis (OMS, 2022), y en América Latina se estima que esta cifra alcanza los 85 millones (CEPAL, 2020). Aunque se habla de inclusión, se iluminan edificios y se impulsan campañas, la vida cotidiana de millones continúa marcada por los mismos obstáculos: calles imposibles de transitar, aulas sin intérpretes y plataformas digitales inaccesibles.
No se trata solo de visibilidad, sino de responsabilidad. Durante años, la discapacidad fue entendida como un asunto individual, algo que debía corregirse o “superarse”. Hoy sabemos —como señala la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Naciones Unidas, 2006)— que el problema no está en los cuerpos, sino en los entornos que excluyen. El modelo social de la discapacidad nos recuerda que las barreras no son únicamente físicas: son culturales, educativas, políticas y simbólicas. Nacen de la falta de accesibilidad, de políticas que no contemplan la diversidad y de una cultura que aún no termina de pensarse desde la diferencia (Palacios, 2008).
Aun así, seguimos repitiendo prácticas que invisibilizan. En muchas universidades, la excelencia académica parece incompatible con la diversidad funcional. La UNESCO (2022) estima que solo entre el 5% y el 10% de las personas con discapacidad acceden a la educación superior en la región, y una proporción menor concluye los estudios. A ello se suman obstáculos como la falta de materiales con audiodescripción, edificios sin rampas y evaluaciones estandarizadas que no consideran otras formas de aprender. En los medios de comunicación, las personas con discapacidad aparecen con frecuencia como héroes que “superan lo imposible” o como figuras de compasión. Ambos extremos niegan lo esencial: la agencia, la opinión y la capacidad de existir sin tener que justificarse.
Hablar de accesibilidad no es pedir favores, es exigir derechos. Diseñar espacios públicos, programas educativos o entornos digitales accesibles debería ser una práctica básica, no una excepción. Sin embargo, informes recientes muestran que el 90% de los sitios web de servicios públicos en América Latina presentan barreras de accesibilidad (CEPAL, 2021), lo que limita el acceso a información, trámites y participación ciudadana. El principio de diseño universal —pensar desde la diversidad— debería orientar todas las políticas públicas. No se trata de incluir a “otros”, sino de comprender que todas las personas formamos parte de una comunidad que solo puede ser justa si es accesible.
La accesibilidad tampoco se limita a lo técnico. También es simbólica. Implica revisar nuestras formas de mirar, de hablar, de representar. Preguntarnos a quién dejamos fuera cuando diseñamos una política, una película, una aplicación, un aula. En última instancia, hablar de discapacidad es hablar de democracia. Una sociedad se mide no por cómo trata a su mayoría, sino por cómo garantiza la dignidad de quienes enfrentan más obstáculos.
El 3 de diciembre no debería ser solo una fecha conmemorativa, sino un compromiso permanente para construir entornos donde nadie quede atrás. Construir una cultura de la accesibilidad es reconocer que todas las vidas valen ser vividas con plenitud. No se trata de caridad ni de inspiración: se trata de justicia.
Fuentes de consulta
CEPAL. (2020). Informe regional sobre discapacidad en América Latina y el Caribe.
CEPAL. (2021). Accesibilidad digital y servicios públicos en América Latina.
Naciones Unidas. (2006). Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
OMS. (2022). Informe mundial sobre la discapacidad y salud. Organización Mundial de la Salud.
ONU. (2023). Día Internacional de las Personas con Discapacidad: Avanzar en la inclusión social.
Palacios, A. (2008). El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional. CERMI.
UNESCO. (2022). Inclusión educativa y acceso a la educación superior para personas con discapacidad en América Latina.
Huika Mexihco 