Violencia urbana y las Micro y pequeñas empresas: Cuando sobrevivir no es sinónimo de prosperar

Por: Dra. Alba María del Carmen González Vega

Introducción

Como estudiosa de las dinámicas organizacionales y del tejido de las micro y pequeñas empresas (MyPEs), he sido testigo de cómo estos actores económicos demuestran una capacidad de adopción y cambio en adversidades de mercado, fluctuaciones económicas y cambios tecnológicos. Sin embargo, en contextos de violencia, fragilidad y conflicto donde los riesgos políticos, sociales, de seguridad y económicos se correlacionan con la violencia organizada cuando el Estado carece de legitimidad, de capacidad, y de responsabilidad para mediar en las relaciones de los grupos de ciudadanos, entre los ciudadanos y las instituciones y las afectaciones que impactan al tejido empresarial. De tal manera, nos centraremos en el caso de Celaya, Guanajuato, México. Si bien el conflicto de narcotráfico y grupos armados en México ha dominado los relatos de la relación de la ciudad con la violencia, esta es una descripción incompleta de las muchas formas en que la ciudad ha sido impactada.

Desarrollo

En Celaya, Guanajuato el impacto de la violencia es multidimensional y sistémico. Las condiciones en las que se desarrolla el tejido productivo se ven afectado en diferentes niveles para lograr la supervivencia y la continuidad de las operaciones de las MyPES. El caso del cobro de piso, no se trata solo de un impuesto adicional que pagan los negocios; es un reordenamiento forzado de su lógica operativa. Podemos observar esta distorsión en cinco dimensiones críticas (ver tabla 1):

Dimensión Impacto
1. La asfixia económica: interrumpe el
flujo de efectivo, las coloca en una
situación de perpetua precariedad,
donde reinvertir o innovar es limitado.
Costos de seguridad.
Cobro de piso.
Robos y cierres forzados.
2. La parálisis estratégica: La necesidad inmediata de supervivencia anula cualquier plan a largo plazoOperan a puerta cerrada, reducción de horarios y fragmenta las cadenas de suministro por la desconfianza y la inseguridad en las rutas.
3. La erosión del capital social: El miedo
reduce la afluencia de clientes, pero el
daño más profundo es la ruptura del
tejido de confianza
La impunidad erosiona la credibilidad de las autoridades.
El cierre definitivo desintegra el ecosistema productivo local, dejando a las comunidades en el abandono económico.
4. El trauma del empresario: Los dueños
de MyPEs toman decisiones bajo un
estrés postraumático y un miedo
constante.
Se puede generar adaptaciones perversas: elegir entre pagar para vivir, cerrar, o en el peor de los casos, ser cooptado por la ilegalidad.
La fuga de talento y la dificultad para contratar en zonas rojas agravan aún más la pérdida de trabajadores.
5. La consecuencia sistémica: la
destrucción creativa patológica:
No es
la innovación la que reemplaza lo
obsoleto, sino que las empresas lícitas y
moralmente constituidas son destruidas
y reemplazadas por negocios ilícitos que
operan en la sombra.
Esto crea un ciclo vicioso de subdesarrollo: la violencia ahoga la inversión, reduce la competencia leal y perpetúa la informalidad, debilitando aún más el Estado de derecho.

Fuente: Elaboración propia con base en (Blattman et al., 2021; Denegri de Dios, 2019; Guerrero et al., 2020; Hoelscher & Garcia, 2024; Jasso-Villazul, 2012; Miller & Rettberg, 2024)

Conclusión

La conclusión es crítica y clara: en contextos de violencia extrema, la resiliencia de las MyPEs es precaria. Sobrevivir no equivale a desarrollarse. La capacidad de sobrellevar, de pagar, de esconderse, es en realidad un síntoma de una enfermedad sistémica mayor. La violencia se ha fusionado tanto en la lógica del entorno que se normaliza como parte de la dinámica social, una variable distorsionada en el cálculo de riesgos y oportunidades para la sobrevivencia y no para la creación de valor económico y social para los empresarios, para el municipio, para el estado y el país.

Por lo tanto, cualquier marco de apoyo dirigido a las MyPEs en México debe, necesariamente, partir de una reflexión profunda sobre el contexto en el que estas empresas se desenvuelven. En el caso de este tipo de organizaciones es crucial repensar las condiciones estructurales —económicas, sociales, políticas e institucionales— en las que los empresarios establecen sus negocios, y no limitarse únicamente a una visión economicista o administrativa.

Resulta insuficiente abordar a estas organizaciones desde teorías que reducen su problemática a partir de aspectos meramente operativos y técnicos, ignorando así las fallas y dinámicas profundas arraigadas en el sistema. Son precisamente estas últimas las que generan un entorno hostil y restrictivo que limita severamente el desarrollo de las MyPEs.

Se requieren políticas públicas con una visión integral que combatan la impunidad, desarticulen las redes de extorsión y, crucialmente, brinden apoyo psicosocial y financiero específico a los empresarios que deciden mantenerse en la legalidad, pese a un sistema fallido que oprime y dirige a la resiliencia precaria, adaptaciones perversas, fusionarse con lo ilícito, o morir.

Como sociedad, debemos dejar de romantizar la resiliencia del empresario y empezar a preguntarnos: ¿resiliencia para qué? ¿Para sobrevivir en un contexto que lo devora? El verdadero objetivo debe ser construir entornos donde la resiliencia se canalice hacia la innovación y el crecimiento, no hacia la mera supervivencia. El futuro de nuestras ciudades y de nuestra economía depende de ello.

Referencias

Blattman, C., Duncan, G., Lessing, B., & Tobón, S. (2021). Gang rule: Understanding and Countering Criminal Governance (Working Paper 28458). National Bureau of Economic Research. https://doi.org/10.3386/w28458

Denegri de Dios, F. (2019). Resiliencia empresarial frente a la delincuencia: Robos a microcomercios en Mexicali. En J. Ley García (Ed.), Ciudad y sustentabilidad. Riesgos urbanos (Primera, pp. 115–142). UABC. https://www.researchgate.net/profile/Judith-Ley-Garcia-2/publication/334098615_Ciudad_y_sustentabilidad_Riesgos_urbanos/links/650b270361f18040c20f4b80/Ciudad-y-sustentabilidad-Riesgos-urbanos.pdf#page=115

Guerrero, L. M. O., Caicedo, C. P., Meneses, R. L. C., & Narváez, E. de L. H. (2020). La violencia urbana como fenómeno multicausal: Un estudio en tres comunas de la ciudad de San Juan de Pasto. Psicogente, 23(43), 102–120.

Hoelscher, K., & Garcia, C. G. (2024). SMEs, violence and crisis: Stylized facts from a survey in Latin America. World Development, 184, 106720. https://doi.org/10.1016/j.worlddev.2024.106720

Jasso-Villazul, S. J. (2012). Empresas, violencia y competitividad en México: Un creciente proceso de destrucción productiva y moral. Estudios de Organización, 1–22. https://investigacion.fca.unam.mx/docs/memorias/2012/9.09.pdf

Miller, B., & Rettberg, A. (2024). “Todos pagan” (Everybody pays): SMEs and urban violence in Medellín, Colombia. Business Horizons. https://doi.org/10.1016/j.bushor.2024.08.001

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