Autora: Cinthya Narahy Torres Jiménez. Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública, Maestra en Ciencias en Sociología Rural y Doctorante en Ciencias Agrarias.
Hablar del 8 de marzo no solo es rememorar las mujeres que han muerto por defender los derechos laborales de los y las trabajadoras, sino perpetuar la lucha, señalar la violencia que viven las mujeres en las calles, en las escuelas, en los trabajos, en los hogares, en las relaciones de pareja. Hablar del 8 de marzo es denunciar los feminicidios que se perpetúan en el mundo, en el país, en los barrios más pobres y gentrificados. Hablar del 8 de marzo es depreciar a los hombres que siguen acosando, que no entienden un no por respuesta ante la mujer que no los consecuente. Hablar del 8 de marzo es ir contra de la cosificación de la mujer, y de las burlas o el escarnio que hay en torno a ella. Hablar del 8 de marzo es dar cuenta que también hay mujeres que reproducen el machismo. Hablar del 8 de marzo es recordar la necesidad que comprender a las otras personas, tenerlas en cuenta y crear lazos de reciprocidad.
Y es entonces que se vuelve de gran importancia emprender una o varias reflexiones sobre las mujeres, los feminismos y los discursos que se han construido en torno a ella, pero no hablar por hablar o colocar a mujeres en cargos de elección popular o en espacios solo de relleno, para cubrir requisitos o justificar y legitimar instancias de gobierno y seguir siendo estas un simple adorno. Desafortunadamente, parte del feminismo se ha convertido en un marketing feminista o en una mera moda, habrá que ser personas críticas en torno a esto y saber discernir qué acciones lo son y cuáles no, sin que por ello se desvirtúe el pensar y el hacer emprendido por mujeres, pues hay demandas justas.
Es entonces que hablar de las organizaciones y los movimientos sociales se vuelve de gran importancia para pensar el género, las relaciones de mujeres y hombres y de cómo estos han incorporado, adoptado o adaptado algunos de los discursos hasta aquí expuestos. Investigar, estudiar, analizar y reflexionar en torno a estas temáticas es una de las tareas que como sociedad tenemos que plantearnos para transformar en la medida de lo posible nuestro entorno, construir colectivamente derroteros y contrarrestar la violencia que va en aumento.
Por tanto, hacemos un llamado a mujeres y hombres a sumarse al coloquio de Huika Mexihco nombrado “Coloquio de Género: Organizaciones, Movimientos Sociales y Territorio” (https://huikamexihco.com.mx/coloquio-de-genero/) porque sabemos que aunque es importante que las féminas toman la palabra, sean ellas sujeto activo de su propio discurso es un trabajo que no pueden emprender solas si no en lo colectivo, en un trabajo de cooperación, solidaridad, compañerismo, fraternidad y camaradería con los varones y no seguir violentándonos unos a otros y otras.

